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jueves, 28 de noviembre de 2013

¿Qué son las ciudades digitales?

Denominadas también ‘ciudades inteligentes’ o ‘e-ciudades’, las ciudades digitales son aquellas en las que las tecnologías de la información y las comunicaciones están puestas al servicio del desarrollo y el mejoramiento de la calidad de vida de sus habitantes.
 
 Una ciudad digital, según el ‘Manual de Ciudades Digitales’ editado por la Asociación Española de Usuarios de las Telecomunicaciones y la Sociedad de la Información:
 
 “…Es el espacio virtual de interacción entre todos los actores que participan en la vida de una ciudad (ciudadanos, empresas, administraciones, visitantes, etc.) utilizando como soporte los medios electrónicos y las tecnologías de la información y comunicación (TIC), ofreciendo a dichos actores acceso a un medio de relación y comunicación innovador, a través del canal que elijan, en cualquier momento y lugar. El objetivo principal es la mejora de la relación y los servicios entre los actores que interactúan en la ciudad, tanto en los servicios existentes como en los futuros, potenciando un desarrollo sostenible económico y social de la ciudad…”
 
Lo más importante en las ciudades digitales es que su ‘inteligencia’ no se mide en relación con la hiperconexión o el acceso (aunque son factores determinantes), sino en relación con la forma en que estás conexiones sirvan como medio para la generación y circulación del conocimiento, traducido en mejoras sustanciales en el desarrollo social, económico y cultural de sus habitantes.
 
“Las ciudades que logran estadios de inteligencia son aquellas que utilizan estratégicamente las nuevas TIC para integrar sus subsistemas críticos de agua, energía, seguridad, movilidad, salud, educación, comercio y medio ambiente, promoviendo a su vez el desarrollo sostenible y la innovación”, señala la ‘Guía de territorios y ciudades inteligentes’.
 
La misma Guía indica que las ciudades digitales pueden clasificarse de dos formas:
 
Territorios o ciudades inteligentes. Son ciudades construidas desde cero. Se caracterizan por ser totalmente planificadas y por contar con los recursos financieros, tecnológicos y técnicos para construir ciudades habitables, ordenadas, sostenibles, innovadoras y competitivas.

Territorios o ciudades con proyectos sectoriales inteligentes. Son ciudades ya urbanizadas, en las que se desarrollan pilotos y proyectos con tecnologías inteligentes en sectores y/o subsistemas críticos específicos, para hacer más eficiente el uso de recursos, mejorar su funcionamiento y los servicios que proveen.
 
En este sentido, las ciudades digitales no son aquellas ‘ciudades del futuro’, donde los edificios identifican y saludan a cada visitante, o donde el transporte está resuelto con dispositivos voladores. Tal vez el desarrollo tecnológico lleve a que estas ‘ciudades del futuro’ se hagan realidad, pero para que éstas puedan ser consideradas ciudades inteligentes, como ya se ha dicho, hace falta no solo el componente tecnológico sino su integración con otros ámbitos de la vida pública, impulsando el logro de sus objetivos en pro de los ciudadanos.
 
 “La ciudad digital se trataría, no sólo del uso intensivo, extensivo y estratégico de las TIC por parte del Gobierno y la Administración Pública, sino y asimismo, de facilitar y difundir el uso intensivo, extensivo y estratégico por parte de todas las organizaciones, empresas y personas de la sociedad sin exclusiones, promoviendo la innovación, las redes y el conocimiento”, de acuerdo con el análisis presentado en ‘Gobiernos locales y ciudades digitales’.
 
 Las ciudades digitales están soportadas en un ejercicio de gobierno electrónico que constituye, como política pública, la base para que las entidades públicas, el sector privado y las organizaciones no gubernamentales y ciudadanas puedan desarrollar sus iniciativas.
 
 Desde sus orígenes las ciudades digitales se han basado en la interacción entre los habitantes y las instituciones públicas y privadas que impactan su territorio. Según lo reseña Autelsi, el antecedente que marcó su inicio se dio en la década de 1980, en Cleveland (EE.UU.), dónde, con apenas un módem y un ordenador, se logró generar una comunidad digital para que los residentes en la ciudad presentaran sus dudas a la administración pública. Por la misma vía, Ámsterdam (Países Bajos) fue la pionera en Europa con un proyecto similar instaurado en 1994. Para Iberoamérica la primera referencia se da en 2003 en España, con el Programa Ciudades Digitales.
 
Los contenidos especiales sobre ‘Ciudades Digitales’ abren la puerta a estos territorios que hoy están más cercanos que nunca gracias a las plataformas de participación e interacción entre las personas, las instituciones y especialmente el gobierno.
 
Fuente: Colombia Digital.
 
 



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