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jueves, 3 de octubre de 2013

¿Una nueva forma de cortejo? Ojo, no es un juego de niños...

Ella le textea un par de mensajes provocadores, luego le envía una imagen suya sin ropa interior. Esta escena se repite al menos dos veces al día. Ella tiene 15 años y a penas está conociendo a su "amigo especial" y sin embargo las restricciones no hacen parte de la relación. Ella puede ser cualquiera, puede tener todos los nombres, es hija, hermana, amiga, sobrina, estudiante. Puede llamarse Alejandra, Vanessa, Karen, Paola, Cecilia o Margarita, y como ella hay cientos, quienes cada vez más se suman a este tipo de práctica.

La revolución digital ha propiciado el origen de nuevas tendencias que en algunas ocasiones resultan perjudiciales para la intimidad y privacidad de los mismos usuarios. Pero lo más irónico del asunto, es que son ellos mismos quienes provocan esas situaciones insanas.
 
Entre las muchas tendencias y nuevas prácticas está el sexting, el cual se define como el envío de mensajes, videos o conversaciones eróticas entre adolescentes y jóvenes a través de dispositivos móviles, aduciendo a la sobre-exposición de información íntima en la web. Entre las consecuencias más comunes se encuentran el cyberbullying, corrupción de menores, vulneración del derecho al honor y a la propia imagen, distribución de pornografía infantil o difusión ilícita de datos personales, en este caso las imágenes del autor.
 
El Instituto Nacional de Tecnologías de la Comunicación (Inteco) en la publicación 'Guía sobre adolescencia y sexting: qué es y cómo prevenirlo', recrea el concepto de la siguiente manera:
 
"Imaginemos a una chica que se hace fotografías de contenido erótico con el móvil y se las envía por sms a un chico con el que quiere coquetear, o las publica en su perfil de una red social. Contenido de carácter sexual, generado de manera voluntaria por su autora, el cual pasa a manos de otra u otras personas. Esto es lo que denominamos sexting. A partir de aquí, puede entrar en un proceso de reenvío masivo multiplicándose su difusión". Las intenciones de parte de quienes deciden sumarse al 'juego' pueden ser por diversión, para sorprender a su pareja, porque alguien se lo pide, para impresionar, presión de los amigos, impulsividad, venganza o para sentirse bien, sin embargo lo más grave es que en el caso de los menores de edad son conscientes, pero no tienen en cuenta las consecuencias de tales decisiones.
 
El sexting no es exclusiva de unos cuantos, si bien puede resultar más popular entre los adolescentes, las parejas jóvenes mayores también lo practican. De acuerdo a la encuesta 'Citas digitales' realizada por Mashable, el 17.5% de los encuestados solteros afirmó haber enviado y recibido mensajes, los comprometidos un 25.5% y los casados un 9.2%. Pero resulta alarmante que cada vez empieza a replicarse entre la población adolescente, para quienes resulta "algo normal y de moda". Según información revelada por National Crime Prevention Center Council, al menos el 65% de los jóvenes envían mensajes con alto contenido erótico para divertirse, por su parte, el 52% de las adolescentes ha enviado este tipo de mensajes como 'regalo' para sus parejas. Resulta preocupante que el 60% nunca les ha comentado a sus padres sobre esta práctica.
 
Si bien, para los jóvenes adultos en sus relaciones sentimentales puede resultar 'atractiva' la idea de enviarles mensajes o fotografías eróticas a sus parejas, la gran mayoría practica sexting cuando se trata de relaciones estables. En el caso de los adolescentes, el tema funciona en el sentido opuesto.

La National Society for the Prevention of Cruelty to Children (NSPCC), luego de un estudio realizado en Reino Unido, determinó que "los adolescentes que reciben sexting de otras personas las comparten porque creen que son el equivalente a los recortes de revistas pornográficas. No diferencian entre imágenes de contenido erótico o pornográfico; y las imágenes de compañeros (as)". De tal manera, que se evidencia una influencia notable de parte de la industria pornográfica, en especial de la pornografía dura, "el contenido de las imágenes que se comparten como sexting está inspirado por las secuencias y costumbres observadas en el porno más hardcore, lo que les hace creer también que esas posturas y acciones son normales y aceptables; tanto para quien las produce, como para quien las recibe y las acaba redistribuyendo".

Pareciera que el sexting se está volviendo tan natural como parte del coqueteo y cortejo de las relaciones entre adolescentes y jóvenes. "Una imagen sexy no le hace daño a nadie", "solo la está viendo mi novio", "con esta pose le va a gustar", mensajes similares pueden ser la justificación de quien las envía y aunque pueden estar actuando conscientemente y por voluntad propia, un mensaje o una fotografía erótica enviadas sin las mínimas precauciones lo más probable es que dada la viralización y rapidez en que se multiplican los contenidos, terminen siendo expuestas por terceros en la Web, humillando y denigrando a la víctima. ¿Quién tiene la culpa?, ¿hay víctimas e inocentes?

Frente a esta situación, el presidente y fundador de MaTTica (empresa colombiana dedicada a las investigaciones de la industria digital), Andrés Velázquez, sostiene que "el problema del sexting no está en la tecnología, sino en el uso que se hace de ella. No podemos echarle la culpa al celular con cámara que cargan los adolescentes, porque es solo una herramienta para hacer más fácil la comunicación. De lo que se trata es de educar a los niños y adolescentes, y también a muchos adultos, sobre los peligros de usar mal estas herramientas y de las consecuencias que se pueden llegar a afrontar, como poder ser acusado de distribuir pornografía infantil si tú tienes 20 años y tu novia 17".

En Colombia, los datos arrojan que el 60% de los jóvenes ha practicado sexting, siendo Cali la ciudad que supera la cifra nacional, con el 69%. Los casos que se han conocido van desde adolescentes entre los 13 y 16 años, hasta personajes de la vida pública.

El portal web español Sexting realiza una serie de recomendaciones a fin de prevenir esta práctica entre los internautas:
 
 · Desnudez y minoría de edad, delito de pornografía infantil.

 · Lo que publicas online o sale de tu propio móvil es irrecuperable.

· Recibir o tomar una imagen de una persona no te da derecho a distribuirla.

 · Habla con tus hijos. Edúcales también sobre el sexting.

· No niegues el problema y toma medidas.

· Entérate de con quién se comunican.

· Revisa su presencia en la Red.
 
Fuente: Colombia Digital




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